Hay una línea de investigación de la sociología musical en la que los cambios de moda se correlacionan con las guerras y las nuevas drogas introducidas con cada una de ellas. El giro hacia la música funky se suele interpretar sociológicamente de este modo. Más o menos el esquema es el siguiente. Las anfetaminas se distribuyen mayoritariamente entre las tropas que combaten en la segunda guerra mundial. A la tranquilidad y orden asociados al swing se oponen los ritmos sincopados, el uso de “bombas” de los bateristas bop, el empleo de las disonancias temáticas (Powell-Monk), los breaks cargados de notas, los tiempos doblados, etc. Al viejo público este jazz no orientado al baile le espanta, pero prende entre los excombatientes. - Guerra de Vietnam. Difusión de la heroína en el escenario asiático. El hard bop y el soul se simplifica. El funk, sus ritmos repetitivos, sin apenas variación alguna coro tras coro, encajan como ambientación musical para los que se encuentran en estado zombie. - Años 80. Distribución mayoritaria de la cocaína de Escobar. Fin del funk. Suena paliza. Se amplifica el discurso musical brutalmente. Electrificación y megavatios en la reproducción. En los directos de Queen apenas se entiende qué dice Mercury. Sólo se escucha su timbre. Ascenso del techno pop. Odio generalizado hacia los instrumentos acústicos (principalmente al piano; a Corea, Hancock y Jarrett les lanzan objetos en los conciertos; Corea, el más dúctil, vuelve al piano eléctrico, el rhodes y el órgano, y continúa en los escenarios multitudinarios; en cambio Jarrett manda al público a tomar por culo y comienza el período de conciertos en teatros de música clásica; su música se vuelve retrógrada). A menudo me pregunto si en realidad somos seres tan simples, sometidos a las poblaciones en las que vivimos. Trato de encontrar razones para contestar que somos más complejos, pero al pasar el tiempo me acontece como a Asfalto con su "Capitán Trueno".
La investigación es yanqui ¿no? Porque aquí, en España, la heroína llegó masivamente en los 80 para que la “juventud” se olvidara de otras cosas. En esa década se perdieron muchos amigos y personas queridas. La coca fue cosa más de los 90 y suma y sigue, pero claro como aquí llegamos siempre tarde para lo bueno y para lo malo 😔
Razón tienes en ambas cosas. En efecto. En España llegaron heroína y cocaína a la vez. La “generación perdida”. La heroína era para pobres y jóvenes sin posibles. Volviendo al tema, Jorge subió un pdf de sociología musical, me picó la curiosidad y me puse a indagar. La mayoría de los sociólogos culturales proceden de USA. O más bien procedían, porque los republicanos y los católicos llevan décadas tratando de demoler los estudios de humanidades (normalmente los creyentes de causas dejan de serlo cuando conocer la historia de su causa) y hace cosa de una década (con la llegada del zanahorio al poder y la ultracatólica Amy C. Barrett a la corte suprema, qué casualidad) se desploman los estudios de historia de las facultades. Desde aquí rompo una lanza (y las que sean necesarias) en favor de los historiadores. Se suele decir que la democracia depende del estado de derecho y la separación entre poderes. Hasta cierto punto será cierto, pero eso no vale de nada si la luz pública (controlada por empresas de telecomunicación) lo oscurece todo. Y cuando los medios de masas están en manos berlusconianas y las escuelas en las de las órdenes religiosas, la última frontera no es el espacio (que me perdonen los trekkies), sino los historiadores. En la mayoría de los países democráticos (hubo un tiempo en que USA lo era) se abre el baúl y se desclasifican los secretos gubernamentales pasado cosa de un cuarto de siglo. En USA el tiempo era de 25 años (50 para aquellos temas sensibles en curso). En UK a los 30 años, papeles fuera. En Francia no sé, pero lo que sí se es que se desclasifican en algún momento. ¿Y en España? Pues jamás, lo que indica la clase de estado africano tipo Guinea Ecuatorial en que moramos. Que sí, que hay libertades, pero que cualquier dictadura africana también las hay. En 1968, durante la época final de la dictadura se promulga la ley de secretos oficiales (los historiadores consideran que para tapar los crímenes no ya de la guerra civil, sino de la posguerra, en la que estado e iglesia fueron muy de la mano). Diez años después, en tiempos de la santa transición se añade la ley 68 que da una vuelta de tuerca a la opacidad. Y si alguno cree que la ley de transparencia de 2013 cambió algo, convendrá recordar que en caso de conflicto con la de 1968, tiene primacía ésta, lo que parece sugerir el talante centroafricano bananero de España. ¿Cómo nos enteramos de los tejesmanejes del país? Gracias a la desclasificación de documentos de los estadounidenses, los ingleses, los franceses, etc. Y eso explica montón de cosas. Por ejemplo: ¿Quién son los más reputados historiadores de la guerra civil española? Paul Preston e Ian Gibson. Un inglés y un irlandés. ¿Por qué? Porque al menos ellos tienen acceso a los papeles desclafisicados por UK. Los historiadores españoles, en cambio, no tienen esa suerte con su propio país. Si quieren enterarse de algo de lo que aconteció aquí, les toca viajar a otro lado (tengo un colega que ha viajado a Moscú cuando desclasificaron los archivos de Stalin) o buscar una rendija para infiltrarse por una administración que es bizantina. Pero ya sabéis todos: hay que ver cómo está China y Corea del Norte, no hay mazapanes en Rusia, la culpa la tiene eta y demás distractores. Un saludo, Concha. Sigue persistiendo, por favor.
agradezco siempre los comentario enriquecedores de "gallego" , le dan contexto a mucho de la musica que se explora ,MIL GRACIAS . CONTINUA . SE TE LEE CON INTERES.
¡Innumerables gracias, Egroj! 🤗
ReplyDelete;)
DeleteHay una línea de investigación de la sociología musical en la que los cambios de moda se correlacionan con las guerras y las nuevas drogas introducidas con cada una de ellas. El giro hacia la música funky se suele interpretar sociológicamente de este modo. Más o menos el esquema es el siguiente.
ReplyDeleteLas anfetaminas se distribuyen mayoritariamente entre las tropas que combaten en la segunda guerra mundial. A la tranquilidad y orden asociados al swing se oponen los ritmos sincopados, el uso de “bombas” de los bateristas bop, el empleo de las disonancias temáticas (Powell-Monk), los breaks cargados de notas, los tiempos doblados, etc. Al viejo público este jazz no orientado al baile le espanta, pero prende entre los excombatientes.
- Guerra de Vietnam. Difusión de la heroína en el escenario asiático. El hard bop y el soul se simplifica. El funk, sus ritmos repetitivos, sin apenas variación alguna coro tras coro, encajan como ambientación musical para los que se encuentran en estado zombie.
- Años 80. Distribución mayoritaria de la cocaína de Escobar. Fin del funk. Suena paliza. Se amplifica el discurso musical brutalmente. Electrificación y megavatios en la reproducción. En los directos de Queen apenas se entiende qué dice Mercury. Sólo se escucha su timbre. Ascenso del techno pop. Odio generalizado hacia los instrumentos acústicos (principalmente al piano; a Corea, Hancock y Jarrett les lanzan objetos en los conciertos; Corea, el más dúctil, vuelve al piano eléctrico, el rhodes y el órgano, y continúa en los escenarios multitudinarios; en cambio Jarrett manda al público a tomar por culo y comienza el período de conciertos en teatros de música clásica; su música se vuelve retrógrada).
A menudo me pregunto si en realidad somos seres tan simples, sometidos a las poblaciones en las que vivimos. Trato de encontrar razones para contestar que somos más complejos, pero al pasar el tiempo me acontece como a Asfalto con su "Capitán Trueno".
La investigación es yanqui ¿no? Porque aquí, en España, la heroína llegó masivamente en los 80 para que la “juventud” se olvidara de otras cosas. En esa década se perdieron muchos amigos y personas queridas. La coca fue cosa más de los 90 y suma y sigue, pero claro como aquí llegamos siempre tarde para lo bueno y para lo malo 😔
DeleteRazón tienes en ambas cosas. En efecto.
DeleteEn España llegaron heroína y cocaína a la vez. La “generación perdida”. La heroína era para pobres y jóvenes sin posibles.
Volviendo al tema, Jorge subió un pdf de sociología musical, me picó la curiosidad y me puse a indagar.
La mayoría de los sociólogos culturales proceden de USA. O más bien procedían, porque los republicanos y los católicos llevan décadas tratando de demoler los estudios de humanidades (normalmente los creyentes de causas dejan de serlo cuando conocer la historia de su causa) y hace cosa de una década (con la llegada del zanahorio al poder y la ultracatólica Amy C. Barrett a la corte suprema, qué casualidad) se desploman los estudios de historia de las facultades.
Desde aquí rompo una lanza (y las que sean necesarias) en favor de los historiadores. Se suele decir que la democracia depende del estado de derecho y la separación entre poderes. Hasta cierto punto será cierto, pero eso no vale de nada si la luz pública (controlada por empresas de telecomunicación) lo oscurece todo. Y cuando los medios de masas están en manos berlusconianas y las escuelas en las de las órdenes religiosas, la última frontera no es el espacio (que me perdonen los trekkies), sino los historiadores.
En la mayoría de los países democráticos (hubo un tiempo en que USA lo era) se abre el baúl y se desclasifican los secretos gubernamentales pasado cosa de un cuarto de siglo. En USA el tiempo era de 25 años (50 para aquellos temas sensibles en curso). En UK a los 30 años, papeles fuera. En Francia no sé, pero lo que sí se es que se desclasifican en algún momento.
¿Y en España? Pues jamás, lo que indica la clase de estado africano tipo Guinea Ecuatorial en que moramos. Que sí, que hay libertades, pero que cualquier dictadura africana también las hay.
En 1968, durante la época final de la dictadura se promulga la ley de secretos oficiales (los historiadores consideran que para tapar los crímenes no ya de la guerra civil, sino de la posguerra, en la que estado e iglesia fueron muy de la mano). Diez años después, en tiempos de la santa transición se añade la ley 68 que da una vuelta de tuerca a la opacidad. Y si alguno cree que la ley de transparencia de 2013 cambió algo, convendrá recordar que en caso de conflicto con la de 1968, tiene primacía ésta, lo que parece sugerir el talante centroafricano bananero de España.
¿Cómo nos enteramos de los tejesmanejes del país? Gracias a la desclasificación de documentos de los estadounidenses, los ingleses, los franceses, etc.
Y eso explica montón de cosas. Por ejemplo: ¿Quién son los más reputados historiadores de la guerra civil española? Paul Preston e Ian Gibson. Un inglés y un irlandés. ¿Por qué? Porque al menos ellos tienen acceso a los papeles desclafisicados por UK.
Los historiadores españoles, en cambio, no tienen esa suerte con su propio país. Si quieren enterarse de algo de lo que aconteció aquí, les toca viajar a otro lado (tengo un colega que ha viajado a Moscú cuando desclasificaron los archivos de Stalin) o buscar una rendija para infiltrarse por una administración que es bizantina.
Pero ya sabéis todos: hay que ver cómo está China y Corea del Norte, no hay mazapanes en Rusia, la culpa la tiene eta y demás distractores.
Un saludo, Concha. Sigue persistiendo, por favor.
agradezco siempre los comentario enriquecedores de "gallego" , le dan contexto a mucho de la musica que se explora ,MIL GRACIAS . CONTINUA . SE TE LEE CON INTERES.
ReplyDeleteEncantado de poder escribir. Un saludo, Daniel.
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