Hasta donde llega mi conocimiento la guitarpa es un instrumento céltico bastante reciente. Se ideó allá por el siglo XIX con objeto de hacer frente a la sonoridad única de las guitarras Stradivarius. Antonio Stradivari no creó (junto a Guarnieri) allá por el siglo XVII solamente los violines de sonido más legendario que el mundo haya conocido, sino en menor medida una serie de guitarras de las cuales sólo sobrevive una en todo el mundo en uso, la “Sabionari” de 1679, que utiliza Rolf Lislevand para obtener un sonido sin parangón. Aquí lo encontramos interpretando una tarantella del genial Santiago de Murcia: https://www.youtube.com/watch?v=yGKan6eX5ug Por cierto, os daréis cuenta del esfuerzo que supone emplear los cinco dedos en las cuerdas y cuatro en los trastes y de que no hay guitarrista con púa que llegue a la altura de los zancajos a un monstruo como Lislevand. Sus conciertos duran 30-50 minutos y es normal: el agotamiento físico y mental que implica tocar así debe ser apabullante. Volviendo a la guitarpa, Carulli y Giuliani las usaron en algún momento (pues no tenían la oportunidad de tocar una Stradivarius) y en el siglo XX, McLaughlin entre otros (aunque éste por exotismo, postureo o ganas de llamar la atención como sea). La casa Gibson fue de las pocas que trató de producir el instrumento en serie, pero los resultados no fueron los esperados (apenas se vendió) y el invento tuvo apenas recorrido en la música clásica (que era hacia donde se orientó en un principio). Como ocurre con todos los fracasos instrumentales, alguien vino a amplificar la sonoridad de un instrumento acústico por ver si tenía mayor aceptación pública y terminó electrificando el invento. Lo que termina amplificándose así suele ser el fracaso. Si un invento maravilloso como es la guitarra de 10 cuerdas (por las resonancias armónicas que crea) tiene una implantación modesta en el mundillo de la música, un instrumento cuyo “quid” consistía en tratar de emular la sonoridad de un instrumento diferente no iba a encontrar un final feliz. Gibson aparcó el invento hace años (no sé si habrán vuelto al ataque), pero en USA se tira mucho dinero en todo tipo de proyectos e imaginó que la selección procede toda de allá. Gracias por el aporte. Desconocía que alguien se hubiera atrevido a realizar una compilación de temas con guitarpa electrificada. A mí me suena muy almibarada, aunque para gustos se hicieron los colores. Quedo perplejo, eso sí, porque creo que es la primera vez que se promociona un instrumento “nuevo” en el que no aparece el recurso habitual “infalible” de tocar un tema de los Beatles. “Se la-pillé-ye-ye”, etc. Esto sí que es nuevo.
Hasta donde llega mi conocimiento la guitarpa es un instrumento céltico bastante reciente. Se ideó allá por el siglo XIX con objeto de hacer frente a la sonoridad única de las guitarras Stradivarius. Antonio Stradivari no creó (junto a Guarnieri) allá por el siglo XVII solamente los violines de sonido más legendario que el mundo haya conocido, sino en menor medida una serie de guitarras de las cuales sólo sobrevive una en todo el mundo en uso, la “Sabionari” de 1679, que utiliza Rolf Lislevand para obtener un sonido sin parangón. Aquí lo encontramos interpretando una tarantella del genial Santiago de Murcia:
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Por cierto, os daréis cuenta del esfuerzo que supone emplear los cinco dedos en las cuerdas y cuatro en los trastes y de que no hay guitarrista con púa que llegue a la altura de los zancajos a un monstruo como Lislevand. Sus conciertos duran 30-50 minutos y es normal: el agotamiento físico y mental que implica tocar así debe ser apabullante.
Volviendo a la guitarpa, Carulli y Giuliani las usaron en algún momento (pues no tenían la oportunidad de tocar una Stradivarius) y en el siglo XX, McLaughlin entre otros (aunque éste por exotismo, postureo o ganas de llamar la atención como sea).
La casa Gibson fue de las pocas que trató de producir el instrumento en serie, pero los resultados no fueron los esperados (apenas se vendió) y el invento tuvo apenas recorrido en la música clásica (que era hacia donde se orientó en un principio). Como ocurre con todos los fracasos instrumentales, alguien vino a amplificar la sonoridad de un instrumento acústico por ver si tenía mayor aceptación pública y terminó electrificando el invento. Lo que termina amplificándose así suele ser el fracaso.
Si un invento maravilloso como es la guitarra de 10 cuerdas (por las resonancias armónicas que crea) tiene una implantación modesta en el mundillo de la música, un instrumento cuyo “quid” consistía en tratar de emular la sonoridad de un instrumento diferente no iba a encontrar un final feliz. Gibson aparcó el invento hace años (no sé si habrán vuelto al ataque), pero en USA se tira mucho dinero en todo tipo de proyectos e imaginó que la selección procede toda de allá.
Gracias por el aporte. Desconocía que alguien se hubiera atrevido a realizar una compilación de temas con guitarpa electrificada. A mí me suena muy almibarada, aunque para gustos se hicieron los colores. Quedo perplejo, eso sí, porque creo que es la primera vez que se promociona un instrumento “nuevo” en el que no aparece el recurso habitual “infalible” de tocar un tema de los Beatles. “Se la-pillé-ye-ye”, etc. Esto sí que es nuevo.