La muerte de un discreto pianista de jazz llamado Billy Tipton, ocurrida a la edad de 74 en la pequeña ciudad norteamericana de Spokane, Washington, fue una de las noticias más espectaculares del año 1989, no porque Tipton fuese un músico de renombre sino porque, una vez hallado su cadáver por los médicos, se descubrió que en verdad era una mujer que había vivido haciéndose pasar por hombre desde los diecinueve años de edad.
Cuando la ambulancia llegó al domicilio de Tipton, un sábado de enero de 1989, su hijo adoptivo William estaba esperándola para transladar a Billy de urgencia al hospital más cercano. Su padre llevaba un año separado de Kitty, su tercera esposa. Los médicos desplegaron la camilla, tendieron allí el cuerpo débil del músico y un enfermero le abrió la camisa del pijama para poder revisarlo. "Hijo", le preguntó a William, "¿tu padre se hizo un cambio de sexo?". Durante casi cuatro décadas, nadie --excepto el propio Tipton-- había visto aquel torso desnudo, ni siquiera sus mujeres. "Me quedé con la mente en blanco", contó William, años más tarde. "Pensé que estaba alucinando o algo por el estilo". El lunes, muerto ya Tipton, la autopsia determinó que el cuerpo correspondía al de una mujer biológicamente normal. Alguien del hospital llamó por teléfono al periódico local para ofrecer la primicia. La viuda, Kitty, quiso impedir el escándalo, mandó cremar el cadáver e hizo una visita al jefe de redacción del diario local para pedirle que respetara su privacidad familiar. El jefe le prometió no publicar nada hasta después del entierro.
"Músico de jazz pasó toda su vida escondiendo un fantástico secreto", fue el titular del 31 de enero. Las agencias se encargaron de diseminar la noticia y hasta el New York Times publicó un obituario de Tipton. Invitada a varios talk shows de tevé, Kitty aseguró que había vivido en la ignorancia del secreto porque Billy y ella no mantenían relaciones sexuales "dado su pésimo estado de salud". Para entonces, la familia Tipton estaba partida en dos: de un lado Kitty y William; del otro John y Scott, los hijos mayores, también adoptados. La enemistad llegó a tal extremo que, después de la cremación, se dividieron las cenizas en dos urnas, una para cada parte. "Vaya ironía", escribió un periodista, "hasta el final hubo dos Billy Tiptons".
Dorothy
Dorothy Lucille Tipton nació en la ciudad de Oklahoma, el 29 de diciembre de 1914, y volvió a nacer como Billy Lee Tipton durante el verano de 1933. Curiosamente, a la hora de elegir un nombre de varón, escogió el mismo de su hermano menor, William, nacido en 1924.
En 1928 sus padres se divorciaron y los hermanitos Tipton fueron enviados a Kansas City, donde fueron criados por la tía Bess, hermana de su madre. A partir de sus catorce años, Dorothy empezó a tomar clases de música (saxo alto y piano) y a interesarse por el jazz. De Kansas City habían surgido algunas mujeres pianistas famosas como Mary Lou Williams o Julia Lee, ambas negras.
Dorothy terminó de estudiar en una escuela de Muskogee y en otra de Warner (dos pueblos de Oklahoma, casi en la frontera con Kansas) y, a fines de 1932, volvió al lado de su madre, decidida a dedicarse profesionalmente a la música. No le resultó nada fácil. Corría la "era de la Depresión" y las bandas de jazz sólo aceptaban músicos varones. Dorothy decidió jugar el juego y hacerse pasar por hombre.
"La expresión de masculinidad empezó con la ropa", escribió Diane Middlebrook en Suits Me, biografía de Billy Tipton. Como primera medida, Billy pensó que usando trajes masculinos volvería invisible su feminidad. "Con los años Billy fue perfeccionando un estilo de presentación en público que muy pocos cuestionaron. Usando un saco, una corbata y un pantalón bien apretado, adoptando una postura notablemente erecta, Billy daba la impresión de ser un hombre, a pesar de su baja estatura". Después llegó a ponerse zapatos con suelas gruesas para fortalecer aún más la ilusión.
Tipton también rellenaba sus pantalones con un bulto, medio cargado hacia la izquierda. Al principio le bastaba con una especie de algodón pero más tarde, cuando empezó a salir con mujeres, "aparantemente adoptó un equipo más complicado", según afirma Middlebrook. Las mujeres que pensaban que Billy tenía pene siempre mencionaron la existencia, entre sus ropas, de una especie de suspensor especial.
La personificación fue depurada, año tras año. La forma de caminar, los gestos, la voz, todo fue masculinizándose. Si había una pelea, Billy se quedaba al margen porque era el pianista y, claro, tenía que "cuidar las manos", pero enseguida se ocupaba de hacer algún comentario sobre lo ocurrido, comentario que solía contener cierta pizca de ironía o hasta alguna broma homofóbica, si hacía falta.
La música
Billy Tipton no dejó muchos discos grabados, apenas un demo de los años cuarenta y algún elepé de los cincuenta. Era, en definitiva, un artista especializado en el acto vivo, cuyo estilo musical se parecía --incluso demasiado-- al del pianista Teddy Wilson, miembro de la prestigiosa orquesta de Benny Goodman.
Su primer trabajo de importancia lo obtuvo no como pianista, sino como saxofonista, en un conjunto llamado The Banner Cavaliers que solía presentarse en las radios. Los músicos se vestían de manera uniforme; y una vez, en medio de un verano caluroso, el manager D.L. Hickman les dijo que se pusieran una remera blanca. Como Tipton no quiso obedecer, Hickman le contó a los otros integrantes que el saxofonista era en verdad una mujer. No todos se asombraron. Por entonces, en Oklahoma City, mucha gente tenía claro que Billy y Dorothy eran una misma persona.
Alrededor de 1938, Billy Tipton ingresó ya como pianista a los Western Swingbillies. "Su aprendizaje, durante aquellos años, fue doble: como músico y como varón", afirma Middlebrook. La Depresión estaba llegando a su fin y, dentro del orden musical, comenzaba el esplendor del swing. Billy desechó los dos destinos esperables de Dorothy (ser una profesora de piano, formar una orquesta de señoritas) y resolvió marcharse a probar suerte en Joplin, Missouri, una ciudad cuyos pobladores desconocían su pasado. Fue entonces cuando empezó a ser un hombre de tiempo completo, al decir de Middlebrook. Mientras tanto, su madre --al tanto de la situación-- recibió de su hijo/a la instrucción de escribir cartas "neutras", por lo que sustituyó el encabezado "dear daughter" (querida hija) por el de "dear darling", siempre con una "d" que hacía velada referencia al nombre originario.
En Joplin, Tipton se unió como cantante y pianista a la pequeña orquesta de George Mayer. Una de sus especialidades consistía en interpretar un éxito de Lionel Hampton, "Exactly Like You". Llegó a usar un fugaz y delgado bigote, hecho con lápiz y pelos postizos.
Una foto de abril de 1954 lo muestra, muy sonriente, en compañía de Duke Ellington (que cumplía años), Dick O'Neil y Ron Kilde, estos dos últimos sus compañeros de ruta durante los años cincuenta, cuando llegó a liderar el Billy Tipton Trio. El trío siguió adelante, pese a algunos cambios de alineación, hasta entrados los setenta, cuandoTipton empezó a trabajar en la agencia de espectáculos de Dave Sobol, al tiempo que se alejaba de la música.
Sexo
Hasta donde se sabe, Billy Tipton tuvo en su vida cinco mujeres: Non Earl (a quien conoció en 1934), June (1943), Betty (1946), Maryann (1954) y Stella Marie "Kitty" Flaherty (1962). Con tres de ellas llevó vida de casado. Y aunque la última de todas, Kitty, afirmó que entre ella y Billy no había sexo, esto no significa que con las anteriores ocurriera lo mismo. Por lo menos una de todas sus parejas supo que Tipton era una mujer. Por lo menos dos hicieron el amor con él sin sospechar --por increíble que parezca-- que Billy no era un hombre.
No fue Billy sino Dorothy quien conoció a Non Earl, allá por 1933. Non Earl tenía un Ford-T, era propietaria de un restaurante y usaba pantalones desde 1932, algo inadmisible y casi escandaloso, si se piensa que por aquel mismo año Marlene Dietrich o Greta Garbo eran acusadas de vestir como hombres cada vez que se ponían uno. Catorce años mayor que Tipton, Non Earl fue testigo de la metamorfosis. Según el testimonio del hermano de Dorothy, Bill, "Non Earl fue su primera chica". Al año de conocerse, es decir, en 1934, Billy y Non Earl ya se presentaban a menudo en público como marido y mujer.
Hacia 1942, Non Earl tenía 42 años de edad y Billy 27. Los músicos que se iban sumando al grupo en el que por entonces tocaba Tipton creían, al verlos, que Non Earl era la madre del pianista. Entre ellos la baterista Roberta Ellis, quien llegó incluso a contar que, cuandlo Non Earl regresaba a su casa antes que Billy, él se quedaban coqueteando con su hermana Doris, de 18 años. "Billy era un hombre muy guapo. A veces comentábamos que tenía un culo demasiado grande. Así y todo, nunca, nunca sospechamos que él fuese ella", dijo la baterista.
La relación con Non Earl terminó meses antes de que, en 1943, Billy se enamorara de su segunda mujer, June, una cantante diez años menor que él. El vínculo duró alrededor de tres años. Después de la ruptura, algunos músicos oyeron a June hablar mal de Billy en términos sexuales. "Llegó a afirmar que Billy era hermafrodita", le contó un músico a Middlebrook, aun cuando la autopsia indicó que el cuerpo de Tipton era "de genitalidad femenina normal".
La tercera señora Tipton, Betty Cox, tenía 18 años y trabajaba como mesera y bailarina, cuando conoció a Billy. Corría 1946 y Tipton aún estaba en pareja con June. Pero un día June desapareció literalmente, entonces Billy empezó a invitar a Betty a su casa. Terminaron viviendo en pareja y a la familia de Betty le contaron que se habían casado. En cierto sentido, Betty fue su primera esposa estable. Tenían relaciones sexuales y aunque ella no era virgen, su experiencia en la materia era tan escasa que nunca sospechó nada. Por su parte, Billy apagaba la luz, se dejaba puesta bastante ropa, impedía que ella lo tocase y se ponía --según parece-- una especie de prótesis que Betty nunca alcanzó a ver.
Tipton pasó siete años con Betty. Ella lo dejó y, meses después, él conoció a una tal Maryann que tenía por entonces 34 años y que había antes trabajado como call-girl. A pesar de su experiencia, tampoco Maryann advirtió nada raro, al menos en un principio. "La primera noche juntos, bailamos y yo sentí que él tenía algo así como una erección permanente. Qué suerte, me dije". Siete años después, antes de su ruptura definitiva, Maryann alcanzó a sospechar algo. Pero Billy ya había empezado, por aquel tiempo, 1961, a seducir a una bailarina de strip-tease apodada "la Venus irlandesa". Era Kitty, la que sería su última mujer.
Ficción
Tras su muerte, tras la revelación y la publicación de su biografía escrita por Diane Middlebrook, aparecieron una novela y una comedia musical libremente inspiradas en la vida de Billy Tipton.
La novela se llama Trumpet y es la ópera prima de una escritora norteamericana llamada Jackie Kay. Aunque el caso de Tipton actuó como disparador de su libro, Kay se tomó abundantes libertades: el protagonista de la novela es Joss Moody, un músico negro, nacido en Escocia, un trompetista y no un pianista. "No me interesó hacer una investigación acerca de Tipton ni escribir una novela que respetara una historia real", declaró la autora. La historia de Moody es contada desde el punto de vista de su único hijo adoptivo, Colman, quien recién averigua la verdad tras la muerte de su padre. Una de las cosas que más impresionaron a Kay de la historia real de Billy Tipton es, dice, "que uno de sus hijos declaró a la prensa: para mí, él siempre será mi padre".
Desde el 27 de octubre de 1997 hasta el 17 de enero de 1998, por su parte, se representó en el Whitehall Theatre de Londres una comedia musical llamada The Slow Drag, escrita por Carson Kreitzer y basada en la vida de Tipton, rebautizado en este caso Johnny Christmas. "La escena del jazz en los años cuarenta tenía reglas: reglas que eran sexistas y racistas, que no debían ser quebradas. Johnny Christman quebró esas reglas", rezaba el afiche publicitario de la obra, que antes se había podido ver en el Freedom Theatre, también en Londres, con las actuaciones de Kim Criswell, Lisa Sadovy y Christopher Colquhoun.
Tanto la comedia musical como la novela tendieron a simplificar un poco la historia original. "A la hora de inventar a Joss Moody, le adjudiqué una esposa y un hijo que nunca habían sospechado nada", dijo Jackie Kay. "Haber tenido tres esposas que no se dieron cuenta, como en el caso de Tipton, hubiese resultado demasiado inverosímil dentro mi novela. La vida real nos puede convencer de cosas que la ficción no".
Después
¿Cómo reaccionaron los allegados a Tipton cuando supieron, leyendo un diario o mirando televisión, que Billy era en verdad una mujer?
Dick O'Neil, baterista durante más de una década del Billy Tipton Trio, manifestó absoluta sorpresa. "Si alguien hubiese venido a contarme algo semejante, le habría pegado una trompada", dijo.
Loretta, hermana menor de su tercera mujer Betty, llegó a escribir una serie de artículos defendiendo el buen nombre de Billy, asgurando que Tipton era una excelente persona. "Siempre lo recordaré como un hombre adorable. Amaba su pipa y su cerveza fría. Fumaba cigarros en un momento en que ninguna mujer se atrevía a probarlos".
Poco después de la muerte de Tipton, Betty --vuelta a casar, viuda y madre de cinco hijos -- estaba en su casa cuando uno de sus hijos la llamó a los gritos. Acababan de dar la noticia por tevé. "Mamá, ¿vos sabías que Billy era mujer?". Entrevistada por Diane Middlebrook, Betty habló con gran sinceridad:
"Ahora, cuarenta, cincuenta años después, veo a esos travestis que aparecen por tevé y me doy cuenta de cuál es su verdadero sexo. Enseguida me digo, por ejemplo: "Ese que está allá, obviamente, es una mujer". Me pregunto por qué no me di cuenta de nada en aquel entonces".
Extracto de "La increíble historia de Billy Tipton"
http://hemerotecamundial.blogspot.com/2012/08/la-increible-historia-de-billy-tipton.html
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The Double Life of Billy Tipton
By Kathryn Robinson
“I kept trying to figure out what she was,” says Diane Wood Middlebrook, author of Suits Me: The Double Life of Billy Tipton, from her home in San Francisco. “We have a lot of questions in 1998 that didn’t exist in Billy’s time. They didn’t have the terms ‘transgenderist,’ or even ‘cross-dresser,’ or hardly even ‘lesbian’!”
The absence of such categories no doubt made it easier for Billy Tipton, the jazz musician/entertainer born Dorothy Lucille Tipton in 1914, to pass as a man from age 19 until her death in Spokane in 1989. But it made it no picnic for her biographer. “This was a very hard book to write,” Middlebrook confesses. Her foremost problem was the dearth of material Tipton left behind. Middlebrook’s first biography, of the poet Anne Sexton, was uncommonly source-rich. Anne Sexton: A Biography whipped up a firestorm of controversy in 1991 when Sexton’s therapist availed Middlebrook of tapes of Sexton’s therapy sessions. By contrast, Tipton left her biographer next to nothing, with the exception of a few snippets of revealing showbizzy punning that Tipton wrote for stage routines. (Straight man: “How many sexes are there?” Tipton: “The male sex, the female sex and the insects.”) The lack of material was part of Tipton’s brilliance at diverting attention away from himself.
“When I found those stage routines, I was elated,” says Middlebrook, who grew up in Spokane. “Here I’d been in the interview trenches for three years, thinking, ‘Where is this guy? How can I lay my hands on this person?’ Finally the answer began to form, very slowly, around the notion that Billy’s character is the character of the actor.”
His deflective talent included an uncanny ability to surround himself with uniquely unobservant people. “The biggest surprise for me was discovering how most of the people who knew Billy — including the five women he called his wives — could supply so little detail about him.”
Perhaps this explains why the four of his wives who believed he was a man — one a stripper, one a former call-girl — could be so monumentally duped.
“One of his wives said to me, ‘Honey, I can’t wait to read your book — I thought it was a penis!”’ Middlebrook laughs. “I think these women had a lot at stake in being taken care of, in going along with the way of life Billy offered. He was a glamorous guy, they met him on a bandstand, he had the charisma of a star. As his fourth wife Mary Ann said to me, people insist on a certain level of privacy, and if you love them, you respect that. What kind of concessions do we make in intimate life to keep our own secrets, and to provide our lovers with space? Many people don’t like to be looked at, many people don’t want to be touched, many people like sex in the dark. Once that’s a given, it becomes normal. Because normal is a pretty broad band.”
Though Tipton’s story resonates at times as almost unutterably sad, Middlebrook came away uplifted. “The thing I liked about Billy from beginning to end was that she found a way to be happy,” Middlebrook says. “There was a jauntiness to Tipton’s ruse; a hearty sense of play that expressed itself in jokes, like the stage routines; she could enjoy with herself alone.
“One of the many young musicians Billy mentored late in his life recalled Billy advising him to cut his hair, saying, ‘I used to have long hair, but I didn’t get any work until I cut it.’ I think these jokes with himself kept him going,” Middlebrook explains. “He was always playing with the role he was in. I think the actual deception fascinated him.”
Middlebrook, a poet and literary critic who teaches English at Stanford, brought to the project her feminist assumption that all gender behavior is a mask. “I wanted to make it very clear the degree to which your own gender is a construct, and how much your identity reinforces it, how all your cues are designed to show that you are a woman or a man, and that the world will generally accept whatever cues you give off,” she says. And Middlebrook found her non-essentialist gender theory borne out by Billy Tipton’s triumphant hoax — mostly. “But there’s a question behind it that Billy’s life raises,” Middlebrook muses. “Why would a woman want to be a man? It’s not enough to say, ‘Because men were the ones who played the saxophone,’ though that’s a good start. No, Billy had a real yearning to be taken as a man. Is there something fundamental in that, something essentialist in that? I just don’t know.”
https://www.inlander.com/spokane/the-double-life-of-billy-tipton/Content?oid=2215477
Tracklist:
A1 - What Is This Thing Called Love
A2 - Sweet Georgia Brown
A3 - Don't Blame Me
A4 - Begin The Beguine
A5 - Sit Right Down And Write Myself A Letter
A6 - September In The Rain
B1 - Bernie's Tune
B2 - Take The "A" Train
B3 - Under A Blanket Of Blue
B4 - The Man I Love
B5 - Perdido
B6 - Willow Weep For Me
Label: Tops Records – L1522
Released: 1957
Genre: Jazz
Style: Swing
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