La pintura de Caravaggio era tipo B en su época. Si no estaba disponible Annibale Carracci, entonces cuando se buscaba a Caravaggio. No antes. Hoy en día sorprende, porque, frente al verismo psicológico y el claroscuro de Caravaggio, la recreación renacentista de la escuela de Bolonia parece una gaita. Pero era lo que gustaba mayoritariamente en la sociedad de su momento. Si no llega a ser por Rembrandt al norte y Velazquez al sur, Caravaggio había caído en el olvido. Había cosas que molestaban de Caravaggio. Por ejemplo que tuviera la costumbre de emplear para sus cuadros de santas y vírgenes a prostitutas a las que retrataba de manera que podía conocérselas. Por no hablar de los santos, que se parecían demasiado a criminales confesos muy populares en aquel momento. Así que fuera del par de pintores extranjeros (al que se añade Ribera normalmente), la tendencia la marcaba el clasicismo de Carracci. Un tropel de pintores lo imitaron como si no hubiera un mañana: Francesco Albani, Guido Reni, Sisto Badalocchio, Giovanni Lanfranco, Guercino, etc. Muy pocas veces un artista (no me refiero necesariamente a la pintura) es profeta en su época. A Botticelli se le recupera prácticamente bien entrado el siglo XIX, lo mismo que a Vermeer. Habían caído en el olvido. Con Bach ocurre lo mismo. Beethoven se sabía olvidado a principios del siglo XIX en Alemania. Era financiado por los ingleses, que apreciaban su genio, pero sus compatriotas no interpretaban ya sus obras. Con Schubert, algo parecido. Jamás escuchó su sinfonía "Grande" (ni buena parte de sus piezas orquestales y algunas de cámara). Los gustos estéticos de las épocas tienen tanta formalidad como el pene de un novio.
La pintura de Caravaggio era tipo B en su época. Si no estaba disponible Annibale Carracci, entonces cuando se buscaba a Caravaggio. No antes. Hoy en día sorprende, porque, frente al verismo psicológico y el claroscuro de Caravaggio, la recreación renacentista de la escuela de Bolonia parece una gaita. Pero era lo que gustaba mayoritariamente en la sociedad de su momento. Si no llega a ser por Rembrandt al norte y Velazquez al sur, Caravaggio había caído en el olvido.
ReplyDeleteHabía cosas que molestaban de Caravaggio. Por ejemplo que tuviera la costumbre de emplear para sus cuadros de santas y vírgenes a prostitutas a las que retrataba de manera que podía conocérselas. Por no hablar de los santos, que se parecían demasiado a criminales confesos muy populares en aquel momento. Así que fuera del par de pintores extranjeros (al que se añade Ribera normalmente), la tendencia la marcaba el clasicismo de Carracci. Un tropel de pintores lo imitaron como si no hubiera un mañana: Francesco Albani, Guido Reni, Sisto Badalocchio, Giovanni Lanfranco, Guercino, etc.
Muy pocas veces un artista (no me refiero necesariamente a la pintura) es profeta en su época. A Botticelli se le recupera prácticamente bien entrado el siglo XIX, lo mismo que a Vermeer. Habían caído en el olvido. Con Bach ocurre lo mismo. Beethoven se sabía olvidado a principios del siglo XIX en Alemania. Era financiado por los ingleses, que apreciaban su genio, pero sus compatriotas no interpretaban ya sus obras. Con Schubert, algo parecido. Jamás escuchó su sinfonía "Grande" (ni buena parte de sus piezas orquestales y algunas de cámara).
Los gustos estéticos de las épocas tienen tanta formalidad como el pene de un novio.
Será del novio del siglo pasado.
Delete;)