1 - Juicy Fruit 11:15
2 - Blues For Tomorrow 13:32
3 - Blues Wail 6:45
4 - Soul Blues 9:52
5 - Skronk 6:00
6 - Stealin' The Bean 4:31
7 - Foot Pattin' 8:51
8 - Blues For Ron 6:14
9 - Pedalin' 6:35
Notes:
Track#1 originally released on "The Hawk Flies High"
Track#2 originally released on "Blues For Tomorrow"
Track#3 originally released on "Tiny Grimes With Coleman Hawkins: Blues Groove"
Track#4 originally released on "Coleman Hawkins: Soul"
Track#5 originally released on "Coleman Hawkins: Bean And The Boys"
Track#6 originally released on "Hawk Eyes"
Track#7 originally released on "Eddie "Lockjaw" Davis, Buddy Tate, Coleman Hawkins, Arnett Cobb: Very Saxy"
Track#8 originally released on "Coleman Hawkins With The Red Garland Trio"
Track#9 originally released on "Coleman Hawkins With Eddie "Lockjaw" Davis: Night Hawk"
Label: Prestige – PRCD-11006-2
Released: 1996
Genre: Jazz
https://www.discogs.com/release/7008208-Coleman-Hawkins-Blues-Wail-Coleman-Hawkins-Plays-The-Blues
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Era un hombre bueno. La vida de Hawkins parece propia de un santo secular. Mientras Ben Webster, que le calcó el estilo, tenía muy mala leche, Hawkins era una especie de santo y hasta ayudó en su carrera a aquél que le había plagiado su modo de tocar.
ReplyDeleteFue el único de la vieja generación que los bebopers aceptaron (con una condescendencia a menudo lamentable) y el único capaz de aparecer como sideman en Lps tan emblemáticos con "Monk's Music" al lado del mismísimo John Coltrane.
Lo más dramático fue aquello que lo hundió por completo en la depresión y el alcohol: enamorarse a los 50 años de una mujer 30 años menor que él. La joven era de las que se follan todo lo que se mueva en su camino, Coleman estuvo en ese camino y se expuso a las burlas públicas que le persiguieron hasta sus últimos días.
Su década postrera fue un via crucis. Estaba sumido en un duelo autodestructivo que se negaba a abandonar. Una vez arruinada su reputación personal, también colapsó su profesionalidad musical. De gira por Alemania no daba una nota. No llegó al extremo de Archie Sheep, a quien tuve la oportunidad de ver en los años 80 en el festival de jazz de San Sebastian. Entró Sheep en el escenario, se escuchó una tremenda ovación, Sheep se tambaleó y se desplomó completamente ebrio en el escenario. La escandalera fue monumental. Sin duda, el concierto más apoteósico al que haya asistido.