Review by Thom Jurek
In England in the 1960s, Harriott was something of a vanguard wonder
on the order of Ornette Coleman. And while the comparisons flew fast and
furious and Harriott was denigrated as a result, the two men couldn't
have been more different. For one thing, Harriott was never afraid to
swing. This work, written and directed by Mayer, offered the closest
ever collaboration and uniting of musics East and West. Based almost
entirely in the five-note raga -- or tonic scale that Indian classical
music emanates from -- and Western modalism, the four ragas that make up
the suite are a wonder of tonal invention and modal complexity, and a
rapprochement to Western harmony. The band Harriott assembled here
included his own group -- pianist Pat Smythe, bassist Coleridge Goode,
and drummer Allan Ganley -- as well as trumpeter Kenny Wheeler, flutist
Chris Taylor, Diwan Mothar on sitar, Chandrahas Paiganka on tamboura,
and Keshan Sathe on tabla, with Mayer playing violin and Harriott on his
alto. Of the four pieces, the "Overture" and "Contrasts" are rooted in
blues and swing, though they move from one set of ascending and
descending notes to the other, always ending on the tonic, and involve
more than the five, six, or seven notes of Indian classical music, while
the latter two -- "Raga Megha" and "Raga Gaud-Saranga" -- are out to
lunch in the Western musical sensibility and throw all notions of
Western harmony out the window. The droning place of the tamboura and
the improvising sitar and alto shift the scalar notions around until
they reflect one another in interval and mode, creating a rich,
mysterious tapestry of sonic inquiry that all but folds the two musics
into one another for good. Amazing.
///////
Reseña de Thom Jurek
En la Inglaterra de los años sesenta, Harriott era una especie de maravilla de la vanguardia del orden de Ornette Coleman. Y aunque las comparaciones fueron rápidas y furiosas y Harriott fue denigrado por ello, los dos hombres no podían ser más diferentes. En primer lugar, Harriott nunca tuvo miedo al swing. Esta obra, escrita y dirigida por Mayer, ofreció la colaboración y unión más estrecha que jamás se haya dado entre las músicas de Oriente y Occidente. Basada casi por completo en el raga de cinco notas -o escala tónica de la que emana la música clásica india- y el modalismo occidental, los cuatro ragas que componen la suite son una maravilla de invención tonal y complejidad modal, y un acercamiento a la armonía occidental. La banda que Harriott reunió aquí incluía a su propio grupo -el pianista Pat Smythe, el bajista Coleridge Goode y el batería Allan Ganley-, así como al trompetista Kenny Wheeler, el flautista Chris Taylor, Diwan Mothar al sitar, Chandrahas Paiganka a la tamboura y Keshan Sathe a la tabla, con Mayer tocando el violín y Harriott con su contralto. De las cuatro piezas, "Overture" y "Contrasts" tienen sus raíces en el blues y el swing, aunque pasan de un conjunto de notas ascendentes y descendentes a otro, siempre terminando en la tónica, e implican más que las cinco, seis o siete notas de la música clásica india, mientras que las dos últimas - "Raga Megha" y "Raga Gaud-Saranga"- se salen de la sensibilidad musical occidental y tiran por la ventana todas las nociones de armonía occidental. El zumbido de la tamboura y la improvisación del sitar y el alto desplazan las nociones escalares hasta que se reflejan mutuamente en intervalo y modo, creando un rico y misterioso tapiz de indagación sonora que prácticamente funde las dos músicas para siempre. Increíble.
En la Inglaterra de los años sesenta, Harriott era una especie de maravilla de la vanguardia del orden de Ornette Coleman. Y aunque las comparaciones fueron rápidas y furiosas y Harriott fue denigrado por ello, los dos hombres no podían ser más diferentes. En primer lugar, Harriott nunca tuvo miedo al swing. Esta obra, escrita y dirigida por Mayer, ofreció la colaboración y unión más estrecha que jamás se haya dado entre las músicas de Oriente y Occidente. Basada casi por completo en el raga de cinco notas -o escala tónica de la que emana la música clásica india- y el modalismo occidental, los cuatro ragas que componen la suite son una maravilla de invención tonal y complejidad modal, y un acercamiento a la armonía occidental. La banda que Harriott reunió aquí incluía a su propio grupo -el pianista Pat Smythe, el bajista Coleridge Goode y el batería Allan Ganley-, así como al trompetista Kenny Wheeler, el flautista Chris Taylor, Diwan Mothar al sitar, Chandrahas Paiganka a la tamboura y Keshan Sathe a la tabla, con Mayer tocando el violín y Harriott con su contralto. De las cuatro piezas, "Overture" y "Contrasts" tienen sus raíces en el blues y el swing, aunque pasan de un conjunto de notas ascendentes y descendentes a otro, siempre terminando en la tónica, e implican más que las cinco, seis o siete notas de la música clásica india, mientras que las dos últimas - "Raga Megha" y "Raga Gaud-Saranga"- se salen de la sensibilidad musical occidental y tiran por la ventana todas las nociones de armonía occidental. El zumbido de la tamboura y la improvisación del sitar y el alto desplazan las nociones escalares hasta que se reflejan mutuamente en intervalo y modo, creando un rico y misterioso tapiz de indagación sonora que prácticamente funde las dos músicas para siempre. Increíble.
No comments:
Post a Comment