Review by Scott Yanow
On this unusual set, organist Dr. Lonnie Smith, with guitarist Doug
Munro, and (on five of the 11 selections) tenor-saxophonist David
"Fathead" Newman do the improbable. On Boogaloo to Beck: A Tribute,
Smith takes a full set of songs by rock performer Beck and turns them
into funky soul-jazz. In fact, the results often sound like a late-1960s
Blue Note album. The individual selections are not all that memorable
or inspiring (it is doubtful that any of these Beck tunes will catch on
in jazz), but Smith and his bandmates play quite well and deserve credit
for trying to come up with fresh material for their grooves.
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Reseña de Scott Yanow
En este inusual conjunto, el organista Dr. Lonnie Smith, con el guitarrista Doug Munro, y (en cinco de las 11 selecciones) el tenor-saxofonista David "Fathead" Newman hacen lo improbable. En Boogaloo to Beck: A Tribute, Smith toma un conjunto completo de canciones del intérprete de rock Beck y las convierte en funky soul-jazz. De hecho, los resultados a menudo suenan como un álbum de Blue Note de finales de los 60. Las selecciones individuales no son tan memorables o inspiradoras (es dudoso que alguna de estas melodías de Beck se pongan de moda en el jazz), pero Smith y sus compañeros de banda tocan bastante bien y merecen el crédito por tratar de encontrar material fresco para sus surcos.
1. Paper Tiger (9:52)
2. Tropicalia (5:59)
3. Mixed Buziness (8:32)
4. The New Pollution (7:22)
5. Devil's Haircut (8:35)
6. Sexx Laws (7:08)
7. Loser (3:20)
8. Jackass (7:05)
9. Where It's At (7:08)
10. He's A Mighty Good Leader (5:38)
11. Nobody's Fault (9:34)
Credits:
Drums – Lafrae Sci
Organ – Dr. Lonnie Smith
Tenor Saxophone – David "Fat Head" Newman* (tracks: 2, 4, 6, 7, 8)
Label: Scufflin' Records – CD-8481
Released: 20 May 2003
Genre: Jazz
Style: Jazz-Funk


ReplyDeleteJoseph Tawadros - The Bluebird the Mystic and the Fool (2018)
Joseph Tawadros - The Forgotten Path To Humanity (2025)
mp3 if You please :)
First one is on YouTube.
Deletehttps://n9.cl/o818c
Este trabajo toma un puñado de temas de Beck David Hansen (un rockero experimental de los que hay a patadas en el país del zanahorio) y tito Lonnie les da un tratamiento funkorro, cuando el estilo estaba de más de capa caída que la minga de un eunuco. Poco queda en pie de los temas originales, que supongo que Lonnie emplea como reclamo publicitario, pero el resultado tampoco es para lanzar fuegos artificiales.
ReplyDeleteConste que hay un bajo, que se le escucha perfectamente, pero que de lo bajo que es, no aparece ni en los créditos.
Los acompañantes declarados de Lonnie son segundas filas. Por un lado, Doug Munro, cuya guitarra es resultona, pero tiene techo (en realidad lo tiene como a medio metro). Es el típico educador que lleva décadas enseñando música a una chavalería que está más pendiente de meterse mano que de otra cosa, pero que van a clase pretendiendo de algún modo evitar un futuro tirando cervezas en algún tugurio de carreteras y por eso van a una escuela de música.
Imaginad al bueno de Doug: décadas sin más estímulos que un puñado de experiencias docentes acres y algún que otro bolo local con segundas filas como él. Resultado: más vale no esperar de él demasiado color.
Y, por otro lado, David "Fat Head" Newman (pistas 2, 4, 6, 7, 8), cuyos solos no son como los de Turrentine (que tampoco es que sea el momento climático del saxo tenor, que eso es cosa más bien de personas apellidadas Coltrane, Dolphy o Shorter). Se trata de un instrumentista sin estilo, que se mete en bastantes fregados, pero, a pesar del mote, tan falto de imaginación como una mosca en la casa del jabón.
En suma, que Lonnie no tiene competencia. Me da que introduce los cinco cortes del saxo para que le den un poco de variación a un producto que puede resultar un tanto monótono, pues lo único que merece la pena es su ejecución.
Hacia el año 2003 la mayoría de los instrumentistas que fueron alguien en el jazz estaban fiambres y sería difícil que un nuevo agente fuera capaz de casar a alguien de la talla de Lonnie con algún sideman a su altura. Aparte que Lonnie pertenece a los años 60, a una época que fue rebelde, mientras que la generación de Beck David Hansen no está por la revolución, sino por el fitness y hacer deporte. Por cierto, tampoco hay gran originalidad gráfica. La portada fusila el estilo habitual de Riverside y Contemporary. Ya puestos podrían haber innovado ahí algo.
Hay unos pavos en amazón que puntúan a este trabajo con 4 estrellas. No se cuánta birra hay que tomar para llegar a 4 estrellas o es que son fans del citado Beck (o primos de Yanow).
Para mí, que soy un dinosaurio, no hay más Beck que Jeff Beck, momento que aprovecho para recordar a la pareja Stroll On por excelencia:
https://www.youtube.com/watch?v=adbGT8Rg9OE
;)
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