egroj world: Freddie Hubbard • New Colors

Monday, January 20, 2025

Freddie Hubbard • New Colors

 



Review by Ken Dryden
Freddie Hubbard is heard exclusively on flügelhorn on this impressive release, accompanied by the New Jazz Composers Octet; although none of the octet members contributed any compositions to the session, trumpeter David Weiss did most of the arrangements, sometimes collaborating with Hubbard. Gone are the lip problems that plagued Hubbard somewhat during the 1990s, as he launches into his richly textured post-bop "One of Another Kind," which also has strong solos by tenor saxophonist Craig Handy and alto saxophonist Myron Walden. The leader's funky "Blues for Miles" is reminiscent of a street parade, while the Latin flavor of "Dizzy's Connotations" obviously salutes Dizzy Gillespie, and Hubbard also revisits his classic "Red Clay." The only song not from Hubbard's pen is Chick Corea's "Inner Space," a fine arrangement by Weiss that oddly features no trumpet or flügelhorn solos. The supporting cast on this topnotch CD also includes Kenny Garrett, Xavier Davis, Javon Jackson, and Dwayne Burno.
https://www.allmusic.com/album/new-colors-mw0000000841

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Reseña de Ken Dryden
Freddie Hubbard se escucha exclusivamente con el flügelhorn en este impresionante lanzamiento, acompañado por el New Jazz Composers Octet; aunque ninguno de los miembros del octeto contribuyó con composiciones a la sesión, el trompetista David Weiss hizo la mayoría de los arreglos, a veces colaborando con Hubbard. Atrás han quedado los problemas labiales que afectaron a Hubbard durante la década de 1990, cuando se lanza a su post-bop de rica textura «One of Another Kind», que también cuenta con potentes solos del saxofonista tenor Craig Handy y del saxofonista alto Myron Walden. El funky «Blues for Miles» del líder recuerda a un desfile callejero, mientras que el sabor latino de «Dizzy's Connotations» saluda obviamente a Dizzy Gillespie, y Hubbard también revisita su clásico «Red Clay». La única canción que no es de la pluma de Hubbard es «Inner Space» de Chick Corea, un fino arreglo de Weiss que extrañamente no presenta solos de trompeta o flügelhorn. El reparto de apoyo en este CD de primera categoría también incluye a Kenny Garrett, Xavier Davis, Javon Jackson y Dwayne Burno.
https://www.allmusic.com/album/new-colors-mw0000000841



Tracks:
1 - One Of Another Kind
Alto Saxophone – Myron Walden
Arranged By – David Weiss (9), Freddie Hubbard
Drums – Joe Chambers
Trombone – Luis Bonilla 7:58
2 - Blue Spirits
Alto Saxophone – Myron Walden
Arranged By – David Weiss (9), Freddie Hubbard
Drums – Joe Chambers
Trombone – Luis Bonilla 9:05
3 - Blues For Miles
Alto Saxophone – Ted Nash
Alto Saxophone, Guest [Special Guest] – Kenny Garrett
Arranged By – David Weiss (9), Freddie Hubbard
Drums – Idris Muhammad
Trombone – Luis Bonilla 6:31
4 - Dizzy's Connotations
Alto Saxophone – Ted Nash
Arranged By – David Weiss (9), Freddie Hubbard
Drums – Idris Muhammad
Tenor Saxophone, Guest [Special Guest] – Javon Jackson
Trombone – Luis Bonilla 8:42
5 - True Colors
Alto Saxophone – Myron Walden
Arranged By – David Weiss (9), Freddie Hubbard
Drums – Joe Chambers
Trombone – Luis Bonilla 5:05
6 - Red Clay
Alto Saxophone – Ted Nash
Arranged By – Dwayne Burno
Drums – Idris Muhammad
Trombone – Luis Bonilla 8:19
7 - Osie Mae
Alto Saxophone – Ted Nash
Arranged By – David Weiss (9), Freddie Hubbard
Drums – Idris Muhammad
Trombone – Luis Bonilla 6:08
8 - Inner Space
Alto Saxophone – Myron Walden
Arranged By – David Weiss (9), Freddie Hubbard
Drums – Joe Chambers
Trombone – Steve Davis (7) 7:45


Credits:
    Baritone Saxophone – Chris Karlic
    Bass – Dwayne Burno
    Design – Sean Mowle
    Executive Producer – Reynold da Silva, Yusuf Gandhi
    Flugelhorn – Freddie Hubbard
    Photography By – Corey Sipkin
    Piano – Xavier Davis
    Tenor Saxophone, Soprano Saxophone – Craig Handy
    Trumpet, Producer – David Weiss (9)

Label:    Hip Bop Records – HIBD 8026
Country:    UK
Released:    2001
Genre:    Jazz
Style:    Contemporary Jazz
https://www.discogs.com/release/5609886-Freddie-Hubbard-Featuring-The-New-Jazz-Composers-Octet-New-Colors?srsltid=AfmBOoqFPvphKCSP1AIZNGjpi4cwPSS_0wIkub7-uhfemLaGWm4mxU4q





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2 comments:

  1. Los tres problemas de Freddie Hubbard a principios de los años 70 fueron: el cáncer, un enfisema pulmonar que derivó en problemas cardíacos y, principalmente, debido al pésimo sistema de salud de los USA, que tendrán muchas armas, pero que “disfrutan” de un sistema público de salud tercermundista (por no decir que sexagésimundista), que encima cuatro cabrones de mierda nos están vendiendo en Europa (por no hablar de su ingeniería y edificación civil, que son lamentables; los incendios de Los Angeles han dejado al descubierto qué sucede cuando no se edifica en piedra y cuando se privatizan los bomberos).
    Durante la mayor parte de la década de los años 80 a Hubbard le tocó además bregar con la administración Reagan, que no hizo sino financiar la contra y a todos los fachas del mundo, así como recortó la mayoría de las ayudas estatales a la cultura (incluso a la organización de conciertos de jazz, a la que consideraban la música genuina estadounidense; en caso de no ser así, lo mismo la habrían bombardeado). Hay unas pocas de declaraciones a propósito del citado presidente de Don Cherry, quien completamente derrotado, vino a morir tocado por un cáncer hepático (probablemente originado por el envenenamiento metálico que le produjo la embocadura de una trompeta de bolsillo que venía usando) a Málaga con objeto de no quedar en la indigencia. Otro desencantado por la pesadilla americana.
    Consecuencia: su música de Hubbard se estancó pronto. No es que siguiera tocando durante las últimas tres décadas de su vida como durante los años 60, sino que interpretaba cualquier mierda (hasta para anuncios) con objeto de poder salir adelante. Por no hablar de las gilipolleces que toca rodeado de violines. Después de décadas viviendo por debilidad, un infarto lo acabó. Musicalmente hablando estaba en modo “The Walking Dead” desde finales de los años 70.
    Con todo, heredero en línea directa de aquel grande que fuera Lee Morgan. Por cierto, el pianista favorito de éste, Herbie Hancock (mucho menos prima dona que Keith Jarret -un genio, pero un capullo “cum laude”- y mucho más artista de conjunto) le contrató cantidad de veces a finales de los años 80 y le daba lo mismo si Freddie se presentaba que si se ausentaba por estar en el hospital. Hancock le pagaba igual.

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  2. Me corrijo a mí mismo que no sé qué hice, pero se me fue para allá el comentario antes de pulirlo.
    Los tres problemas de Freddie Hubbard a principios de los años 70 fueron: el cáncer, un enfisema pulmonar que derivó en problemas cardíacos y, principalmente, el pésimo sistema de salud de los USA, que tendrán muchas armas, pero que “disfrutan” de un sistema público de salud tercermundista (por no decir que sexagésimundista), que encima cuatro cabrones de mierda nos están vendiendo en Europa (por no hablar de la ingeniería y edificación civil estadounidense, lamentable; los incendios de Los Angeles han dejado al descubierto qué sucede cuando no se edifica en piedra y cuando se privatizan los bomberos).

    Durante la mayor parte de la década de los años 80 a Hubbard le tocó además bregar con la administración Reagan, que no hizo sino financiar la contra y a todos los fachas del mundo, así como recortó la mayoría de las ayudas estatales a la cultura (incluso a la organización de conciertos de jazz, a la que consideran la música genuina estadounidense; en caso de no ser así, lo mismo la habrían bombardeado). Hay unas pocas de declaraciones a propósito del citado presidente de Don Cherry, quien completamente derrotado, vino a morir tocado por un cáncer hepático (probablemente originado por el envenenamiento metálico que le produjo la embocadura de una trompeta de bolsillo que venía usando) a Málaga con objeto de no quedar en la indigencia. Otro desencantado por la pesadilla americana.
    Consecuencia: su música de Hubbard se estancó pronto. No es que siguiera tocando durante las últimas tres décadas de su vida con el frenesí de los años 60, sino que interpretaba cualquier mierda (hasta para anuncios) con objeto de poder salir adelante. Por no hablar de las gilipolleces que toca rodeado de violines. Después de décadas viviendo por debilidad, un infarto lo acabó. Musicalmente hablando estaba en modo “The Walking Dead” desde finales de los años 70.
    Con todo, heredero en línea directa de aquel grande que fuera Lee Morgan. Por cierto, el pianista favorito de éste, Herbie Hancock (mucho menos prima dona que Keith Jarret -un genio, pero un capullo “cum laude”- y mucho más artista de conjunto) le contrató cantidad de veces a finales de los años 80 y le daba lo mismo si Freddie se presentaba que si se ausentaba por estar en el hospital. Hancock le pagaba igual.

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