Violinista, director, compositor y arreglador, vive y trabaja a más de 25 años en Miami, ha sido premiado con ocho Grammy. En 2016 el Consejo Directivo de la Academia le otorgó el Grammy por su importante contribución al arte. Comenzó sus estudios de violín a los 5 años. Estudió con los maestros Alberto Britos, Vicente Boronat, Adolph Bornstein , Enrique Casal Chapí, Luiggi Nono y Igor Frolov. Tuvo la oportunidad de conocer a David Oistratcht, Yehudi Menhin, Jascha Heiftez. Fue contratado en Cuba para tocar con las Orquestas de la Opera y Ballet como Concertino y en la Sinfónica Nacional. Se ha destacado tanto en el mundo de música clásica como en el Jazz. Como solista ha tocado con las grandes Sinfónicas de Estados Unidos, Cuba, Perú, Uruguay y en Europa. Tocó con grandes músicos latinoamericanos, Astor Piazzola, Bola de Nieve, Joao Gilberto, Dorival Caymmi, Vinicius de Moraes.
Tuvo la oportunidad de compartir su talento excepcional con Dizzy Gillespie, Duke Ellington, Nat King Cole, Ken Peplowski, Charlie Haden, Woody Herman, entre otros. Fue invitado especial en “The Special Grappelli Legacy” en el Carnegie Hall de Nueva York. Como compositor a escrito y grabado numerosas obras para orquesta ensamble de cámara, ballet, danza, films y televisión. Esta entrevista fue realizada en la casa del maestro Federico Britos en Miami.
¿Cuándo realizó que sería el violín su instrumento que lo acompañaría toda su vida?
No sé si me di cuenta todavía- Mi padre fue violinista y profesor de solfeo, me puso un violín en las manos cuando tenía 5 años y nunca más lo dejé. Tenía una psicología muy especial, una persona muy influente para mí, fue uno de los mayores investigadores de la cultura afro uruguaya. Su vocación fue de maestro de escuela siendo muy joven.
Quería elegir un género musical netamente uruguayo para hacer su tesis. Pensó en el tango, en el folklore, se decidió por el candombe. Estaba en el Instituto Normal- ahí conoció a mi madre- era muy joven tenía 19 años, en ese momento empezó a investigar los orígenes del candombe. No solo se encontró con los músicos, sino también con los pintores negros uruguayos, con la gente de teatro. Llegó la dictadura de Gabriel Terra de 1933 y abandonó la investigación. Me inició con la música con sus primeras clases de solfeo, luego con mucha inteligencia me inscribió en la “Escuela infantil de Iniciación musical” en la calle 26 de marzo, en Pocitos. Iba tres veces por semana a las clases de solfeo, nunca me molestaron, el solfeo, en general, es algo que puede ser molesto, es un paso complicado para muchos estudiantes.
Me fui formando poco a poco con varios maestros. Tuve una enorme suerte, muchos maestros de violín querían darme clases, compartí clases de violín, de solfeo y de piano con Luis Pasquet, un excelente pianista y compositor uruguayo que murió en Finlandia. Clases de armonía y de contra- punto con Enrique Casal Chapí, gran maestro español que ocupó la cátedra de composición en el Conservatorio Nacional de Música, recuerdo que sus clases eran muy caras en aquel momento, mi padre pagaba 40 pesos por clase en 1952, Panchito Nolé, también tomaba clases con él. Recuerdo algunos de mis conciertos en el antiguo Teatro 18 de Julio, enfrente al diario El Día, cuando voy a Montevideo visito el actual Casino- no para jugar sino para contemplar los vitrales- verdaderas obras de arte. En el teatro 18 de julio hice Zarzuela, con Lalo Etchegoncela y su orquesta hicimos los conciertos de la “Troupe Ateniense” que tanto aportó al tango rio platense. Era muy joven, estoy hablando de 1955, cuando empecé como músico profesional. Poco a poco me fui formando y armando grupos, “Los Cinco Satélites”, el “Club Jazcístico” “La Peña de Jazz” con Luis Pasquet – tacábamos en la Plaza Libertad al lado del Ateneo-
¿Cómo fue su infancia?
Crecí en un ambiente muy agradable. Pienso que era un ambiente general en ese entonces en Uruguay. No sé si en todos los hogares se escuchaba tanta música. La gente compraba libros, iba al teatro, al cine. Mis padres se separaron cuando era muy chico, siempre viví con mis abuelos. Tuve mucha suerte porque adoraban la música en general. Mi abuela materna era de origen italiano, nunca faltaba a la hora de las canciones napolitanas, al medio día era la hora de Francisco Canaro y luego la hora del Jazz en la radio femenina. Mi abuelo paterno que había sido fogonero de un barco era una persona muy humilde, oriundo de Soriano, le gustaba mucho el teatro, no se perdía ninguna pieza de teatro, amante de música clásica de Bach, Mendelssohn.
Con mi padre tenía una excelente relación. Cuando salíamos juntos por Montevideo- me comentaba -aquí en la calle San José vivía Gardel, cuando lo corrían de Buenos Aires a causa de algunas fechorías que hacía- lo mismo hacía cuando pasábamos cerca de la Jefatura de Policía- recordaba que había estado con mi abuelo en el velorio de Matos Rodríguez y 33 personas.
¿Como nació “Capricho uruguayo”?
Había terminado el solfeo, estaba estudiando violín y piano complementario. Estaba avanzando en las clases de armonía y contra punto. Los profesores te exigían que escribieras música todas las semanas, no sabía que podía componer. Un día mi abuelo paterno me llevó al Teatro Artigas, (en la calle Andes entre 18 de Julio y Colonia) a ver a un violinista francés de origen rumano, tocaba el violín, su estilo era la música gitana, era Georges Boulanger.
Me enamoré de la música gitana, tenía más o menos 11 años. Me interesaba el jazz y sabía que existía ese estilo de música dentro del jazz del “Quinteto del Hot Club de Francia.” Al otro día me puse hacer algunas tareas de armonía y de composición para llevarle al profesor. Escribí un par de melodías dentro del estilo que había escuchado la noche anterior. Pasaron algunos días y le comento a mi padre: -fuimos con el abuelo a ver a Georges Boulanger-
Mi padre era un bohemio y amante de la noche, lo había conocido en algún cabaret o club. A los dos o tres días fuimos a verlo con mi padre al hotel –nos recibe en la cama- (el francés era jugador y se había gastado el dinero, mi padre le había comprado un buen reloj en cambio de una deuda), -le pide el violín a su intérprete y se puso a tocar la pieza que yo había compuesto- me pregunta- ¿Cómo se llama la pieza? -es un ejercicio que compuse cuando lo escuché tocar el otro día- le contesté- le haré algunas pequeñas modificaciones, si me autoriza y lo estrenaré en Montevideo, con el nombre de “Capricho uruguayo”, es una pieza gitana, concluye. Los músicos que pasaban por Uruguay en esa época tocaban también en las plateas de radios. Georges Boulanger estrenó -Capricho uruguayo- en Radio CARVE en el sótano del Palacio Diaz. Dos o tres días después mi padre se ocupó de divulgar a la prensa, mi casa de la calle Médanos entre Islas de Flores y San Salvador se transformó en un punto de atracción, fotógrafos, gente que quería hablar conmigo, era poco menos el niño prodigio, que había compuesto una obra. Eso fue un gran impulso para continuar a componer, temas de jazz, de bossa nova, no he parado de componer hasta hoy.
¿Qué influencia tuvo Stéphane Grappelli en su música?
Muchísima. Cuando algunos amigos músicos vieron que yo tenía una gran necesidad de tocar jazz me dijeron que tenía que conocer el “Hot club de Montevideo”. Fui a verlos y en ese momento estaba Paco Mañosa -un gran pianista uruguayo de origen español, muy amable- Me vieron con un violín, y querían saber si me gustaba el jazz y si estaba estudiando con alguien, me comentan que nunca habían visto a un violinista de jazz. Frecuento el club, los músicos daban dos o tres charlas semanales, sobre estilo de jazz, figuras del jazz y épocas del jazz. Poco a poco me fui metiendo en el jazz, en el club había un piano, un bajo y una batería. Cuando los músicos venían al club practicaba con ellos, haciendo lo que podía, intentaba tocar cometiendo errores. Volvía a mi casa y seguía practicando con amigos, un trombonista, un bajo y una batería, tratábamos de tocar jazz, era todo un escándalo en la calle Médanos. En el club me aconsejaron escuchar algunos músicos como: Stéphane Grapelli, Stephan Smith, Ray Nance, el famoso trompetista que tocaba con Duke Ellington, que a veces tocaba el violín. Ray Nance tiene muy pocos minutos grabados con violín, tengo todo lo que ha grabado. Me gusta mucho el sonido de Nance, gracias a él, hace unos años hice un buen disco de boleros con Charlie Haden el famoso contra bajista de jazz. Cuando conocí a Haden en Los Ángeles en el estudio del sello Capitol estaba grabando con Cachao, Haden estaba en otro estudio, nos cruzamos y me pregunta- ¿cuáles son los violinistas que te gustan? Le dije, Stephan Grappelli y le mencioné a otros. Me contesta -todos esos al revés- 1) Ray Nance, 2) Stephan Smith, 3) Federico Britos 4) Grappelli, me dejó sin respuesta.
A Grappelli no tuve el gusto de conocerlo personalmente. Cada vez que iba a Paris mi esposa lo llamaba, siempre estaba ocupado. Un día mi esposa habló con él y le dijo que había escrito la “Suite Grappelliana” en homenaje a él. La Suite la estrenó la “Orquesta Municipal de Montevideo” antes de ser la Filarmónica, bajo la dirección de Federico García VIGIL. Es una obra para Quinteto, tres guitarras, un violín y un contrabajo, le agregué una batería y una orquesta de cuerdas, la toco todavía por todo el mundo. Grappelli escuchó una grabación de un concierto, le gustó mucho y me lo hizo saber. Toqué muchas veces con los guitarristas de Grappelli que lo acompañaban en Estados Unidos, en particular con John “Bucky” Pizzarelli. El estilo que más me agrada para el violín es el jazz y el swing.
¿Qué recuerdos tiene del “Quinteto Hot Club de France”
Tengo los mejores recuerdos. El estilo de jazz del “Quinteto Hot Club de Francia” se difunde en todo el mundo, generando los “Hot Club” en diferentes países. Los fundadores fueron Django Reinardt y Stephan Grappelli, un guitarrista y un violinista. Dentro del “Hot Club de Montevideo” había un grupo muy especial, cada año hacía un concierto para recaudar fondos, armaba grupos al estilo del “Trio Benny Goodman”, al estilo de jazz de la costa Oeste americana. Se formaba un quinteto de cuerdas al estilo del “Quinteto Hot Club de Francia”, tres guitarristas un bajo y yo. La orquesta grande era la de Panchito NOLE. Fui conociendo el repertorio clásico del “Quinteto Hot club de Francia”- Me dictaban, no era con música escrita, los guitarristas me hacían oír los discos, así fui conociendo casi todo el repertorio-
Venían músicos de Buenos Aires, como el guitarrista Jorge Lagos que conocía muy bien el repertorio del “Quinteto Hot Club de Francia”. Cuando conocemos el repertorio y el estilo podemos tocar con otros músicos que conocen el estilo sin necesidad de ensayos previos. Cuando llego a los Estados Unidos hago parte del “Hot Club USA” con Frank Vignola. Nos reuníamos y tocábamos los temas de la época de Django Reinhardt y de Stephan Grappelli. En Montevideo y en el extranjero aparecen actuaciones mías al estilo del “Hot Club de Francia” con músicos gitanos. En Nueva York se sigue haciendo el festival en homenaje a Django Reinhardt. He tocado también con el hijo de Django, Babik Reinhardt.
Ha compartido su talento con grandes músicos como: Astor Piazzola, Duke Ellington, Dorival Caymmi, Dizzy Gillespie, ¿Cuál fue su relación con Astor Piazzola?
Tengo muy buenos recuerdos de Piazzola, no solo musicales sino personales. Parece que tenía un carácter muy difícil. Yo era muy joven cuando lo conocí en Montevideo. Tuve la oportunidad de grabar un disco con él. Había traído su quinteto de solistas, le pidió a mi profesor que tocaba en el Sodre, Adolph Boronstein, que armara un grupo de cuerdas para grabar en el sello discográfico de la época Antar- Telefunken, era un estudio de muy buen nivel que estaba en el barrio de Tres Cruces. Estuve una semana viendo a Piazzola. Lo invité a la “Asociación uruguaya de músicos” para que se reuniera con nuestros músicos.
Mi profesor tenía una vinería en la calle Bartolomé Mitre y Cerrito, invité a Piazzola y a todos los músicos clásicos que iban al Sodre, directores, cuartetos de cámara a la vinería, los hinchas de Piazzola tuvieron la oportunidad de charlar con él, de sus arreglos y des sus orquestaciones. Tuvo una influencia muy importante en mi vida de músico, muy prolijo para la música, con excelente oído, lo escuché tocar el piano, mucha gente desconoce a Piazzola como pianista. Tuve el privilegio de tocar con él obras que él había arreglado, versiones de las Sonatas para Violín solo, de Bach, versiones para bandoneón y violín. Después que me fui de Uruguay lo vi varias veces y me quedó un buen recuerdo. Me hermano que no es músico, tuvo una larga amistad con él, en la época que Piazzola iba a escribir o a pescar a Punta del Este, sobre todo le gustaba mucho ir a ver los escualos en José Ignacio.
https://www.grupormultimedio.com/la-fascinante-trayectoria-del-violinista-federico-britos-id662227/
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Interview 2018
Violinist, conductor, composer and arranger, lives and works for more than 25 years in Miami, has been awarded eight Grammys. In 2016 the Academy's Board of Trustees awarded him the Grammy for his significant contribution to the art. He began his violin studies at the age of 5. He studied with maestros Alberto Britos, Vicente Boronat, Adolph Bornstein , Enrique Casal Chapí, Luiggi Nono and Igor Frolov. He had the opportunity to meet David Oistratcht, Yehudi Menhin, Jascha Heiftez. He was hired in Cuba to play with the Opera and Ballet Orchestras as Concertmaster and in the National Symphony Orchestra. He has excelled in both classical music and jazz. As a soloist he has played with the great Symphonies of the United States, Cuba, Peru, Uruguay and in Europe. He played with great Latin American musicians, Astor Piazzola, Bola de Nieve, Joao Gilberto, Dorival Caymmi, Vinicius de Moraes.
He had the opportunity to share his exceptional talent with Dizzy Gillespie, Duke Ellington, Nat King Cole, Ken Peplowski, Charlie Haden, Woody Herman, among others. He was a special guest on "The Special Grappelli Legacy" at Carnegie Hall in New York. As a composer he has written and recorded numerous works for orchestra, chamber ensemble, ballet, dance, film and television. This interview was conducted at the home of Maestro Federico Britos in Miami.
When did you realize that the violin would be the instrument that would accompany you all your life?
I don't know if I realized it yet - my father was a violinist and solfege teacher, he put a violin in my hands when I was 5 years old and I never put it down. He had a very special psychology, a very influential person for me, he was one of the greatest researchers of Afro-Uruguayan culture. His vocation was to be a school teacher when he was very young.
He wanted to choose a purely Uruguayan musical genre for his thesis. He thought about tango, folklore, and decided on candombe. He was at the Instituto Normal -that's where he met my mother- he was very young, he was 19 years old, at that time he began to investigate the origins of candombe. He not only met the musicians, but also the black Uruguayan painters, the theater people. Gabriel Terra's dictatorship arrived in 1933 and he abandoned the research. He initiated me with music with his first solfeggio classes, then with a lot of intelligence he enrolled me in the "Escuela Infantil de Iniciación Musical" on 26 de Marzo Street, in Pocitos. I went three times a week to solfège classes, they never bothered me, solfège, in general, is something that can be annoying, it is a complicated step for many students.
I was trained little by little with several teachers. I was very lucky, many violin teachers wanted to give me lessons, I shared violin, solfège and piano lessons with Luis Pasquet, an excellent Uruguayan pianist and composer who died in Finland. Harmony and counterpoint classes with Enrique Casal Chapí, a great Spanish teacher who held the chair of composition at the National Conservatory of Music, I remember that his classes were very expensive at that time, my father paid 40 pesos per class in 1952, Panchito Nolé, also took classes with him. I remember some of my concerts at the old Teatro 18 de Julio, in front of the newspaper El Día, when I go to Montevideo I visit the current Casino - not to play but to contemplate the stained glass windows - true works of art. At the 18 de Julio Theater I played Zarzuela, with Lalo Etchegoncela and his orchestra we played the concerts of the "Troupe Ateniense" that contributed so much to the tango of Rio de la Plata. I was very young, I am talking about 1955, when I started as a professional musician. Little by little I was forming and putting together groups, "Los Cinco Satélites", the "Club Jazcístico", "La Peña de Jazz" with Luis Pasquet - we used to play at Plaza Libertad next to the Ateneo.
What was your childhood like?
I grew up in a very pleasant environment. I think it was a general atmosphere at that time in Uruguay. I don't know if all homes listened to so much music. People bought books, went to the theater, to the movies. My parents separated when I was very young, I always lived with my grandparents. I was very lucky because they loved music in general. My maternal grandmother was of Italian origin, she never missed the time for Neapolitan songs, at noon it was time for Francisco Canaro and then it was time for Jazz on the women's radio. My paternal grandfather, who had been a stoker on a ship, was a very humble person, a native of Soriano, he liked theater very much, he never missed a play, he loved classical music, Bach, Mendelssohn.
He had an excellent relationship with my father. When we used to go out together in Montevideo -he used to tell me- Gardel used to live here on San José Street, when he was sent away from Buenos Aires because of some misdeeds he did- he did the same when we passed near the Police Headquarters- he remembered that he had been with my grandfather at the wake of Matos Rodríguez and 33 other people.
How was "Capricho uruguayo" born?
I had finished solfeggio, I was studying violin and complementary piano. I was advancing in harmony and counterpoint classes. The teachers demanded you to write music every week, I didn't know I could compose. One day my paternal grandfather took me to the Artigas Theater, (on Andes Street between 18 de Julio and Colonia) to see a French violinist of Romanian origin, he played the violin, his style was gypsy music, it was Georges Boulanger.
I fell in love with gypsy music, I was about 11 years old. I was interested in jazz and I knew that there was that style of music within the jazz of the "Quintet du Hot Club de France." The next day I started doing some harmony and composition homework to take to the teacher. I wrote a couple of tunes in the style I had heard the night before. A few days went by and I told my father: -we went with grandfather to see Georges Boulanger- -My father was a bohemian and a bohemian.
My father was a bohemian and night lover, I had met him in some cabaret or club. After two or three days we went to see him with my father at the hotel -he receives us in bed- (the Frenchman was a gambler and had spent his money, my father had bought him a good watch in exchange for a debt), -he asks the violin to his player and began to play the piece that I had composed- he asks me- What is the name of the piece? -It is an exercise that I composed when I heard him play the other day -I answered- I will make some small modifications, if he authorizes me and I will premiere it in Montevideo, with the name of "Capricho uruguayo", it is a gypsy piece, he concludes. The musicians who passed through Uruguay at that time also played in the radio stalls. Georges Boulanger premiered "Capricho uruguayo" on Radio CARVE in the basement of the Diaz Palace. Two or three days later my father took care of spreading the word to the press, my house on Médanos Street between Islas de Flores and San Salvador became a point of attraction, photographers, people who wanted to talk to me, I was little less than a child prodigy, who had composed a work. That was a great impulse to continue composing, jazz songs, bossa nova, I have not stopped composing until today.
What influence did Stéphane Grappelli have on your music?
Very much so. When some musician friends saw that I had a great need to play jazz they told me that I had to meet the "Hot club de Montevideo". I went to see them and at that time there was Paco Mañosa -a great Uruguayan pianist of Spanish origin, very kind- They saw me with a violin, and wanted to know if I liked jazz and if I was studying with someone, they told me that they had never seen a jazz violinist. I frequent the club, the musicians gave two or three talks a week, about jazz style, jazz figures and jazz eras. Little by little I got into jazz, in the club there was a piano, a bass and drums. When the musicians came to the club I would practice with them, doing what I could, trying to play making mistakes. I would go back home and continue practicing with friends, a trombonist, a bass and a drum set, we would try to play jazz, it was quite a scandal on Medanos Street. At the club I was advised to listen to some musicians like: Stéphane Grapelli, Stephan Smith, Ray Nance, the famous trumpet player who played with Duke Ellington, who sometimes played violin. Ray Nance has very few minutes recorded on violin, I have everything he recorded. I like Nance's sound very much, thanks to him, a few years ago I made a good bolero record with Charlie Haden the famous jazz contra bass player. When I met Haden in Los Angeles at the Capitol label studio I was recording with Cachao, Haden was in another studio, we crossed paths and he asked me - which violinists do you like? I told him, Stephan Grappelli and I mentioned others. He answers me -all those backwards- 1) Ray Nance, 2) Stephan Smith, 3) Federico Britos 4) Grappelli, he left me with no answer.
I did not have the pleasure of meeting Grappelli personally. Every time I went to Paris my wife called him, he was always busy. One day my wife talked to him and told him that she had written the "Suite Grappelliana" in homage to him. The Suite was premiered by the "Orquesta Municipal de Montevideo" before becoming the Philharmonic Orchestra, conducted by Federico García VIGIL. It is a work for Quintet, three guitars, a violin and a double bass, I added drums and a string orchestra, I still play it all over the world. Grappelli heard a recording of a concert, he liked it very much and let me know. I played many times with Grappelli's guitarists who accompanied him in the United States, in particular John "Bucky" Pizzarelli. The style I like most for violin is jazz and swing.
What are your memories of the "Quintet Hot Club de France"?
I have the best memories. The jazz style of the "Quintet Hot Club de France" spread all over the world, generating "Hot Clubs" in different countries. The founders were Django Reinardt and Stephan Grappelli, a guitarist and a violinist. Within the "Hot Club of Montevideo" there was a very special group, every year they did a concert to raise funds, they put together groups in the style of the "Benny Goodman Trio", in the style of jazz of the American West Coast. A string quintet was formed in the style of the "Quintet Hot Club de France", three guitarists, a bass and me. The big orchestra was that of Panchito NOLE. I got to know the classic repertoire of the "Quinteto Hot Club de Francia" - They dictated to me, it was not with written music, the guitarists made me listen to the records, so I got to know almost all the repertoire - I was able to listen to them.
Musicians from Buenos Aires came, like the guitarist Jorge Lagos who knew very well the repertoire of the "Quinteto Hot Club de Francia". When we know the repertoire and the style we can play with other musicians who know the style without previous rehearsals. When I arrived in the United States I became part of the "Hot Club USA" with Frank Vignola. We would get together and play the songs of Django Reinhardt and Stephan Grappelli's era. In Montevideo and abroad there were performances of mine in the style of the "Hot Club de France" with gypsy musicians. In New York there is still a festival in homage to Django Reinhardt. I have also played with Django's son, Babik Reinhardt.
You have shared your talent with great musicians such as: Astor Piazzola, Duke Ellington, Dorival Caymmi, Dizzy Gillespie, What was your relationship with Astor Piazzola?
I have very good memories of Piazzola, not only musically but personally. He seems to have had a very difficult character. I was very young when I met him in Montevideo. I had the opportunity to record an album with him. He had brought his quintet of soloists, he asked my teacher who played at the Sodre, Adolph Boronstein, to put together a string group to record for the record label of the time, Antar-Telefunken, it was a very good studio in the neighborhood of Tres Cruces. I spent a week seeing Piazzola. I invited him to the "Uruguayan Association of Musicians" to meet with our musicians.
My teacher had a wine shop on Bartolomé Mitre and Cerrito streets, I invited Piazzola and all the classical musicians that went to the Sodre, conductors, chamber quartets to the wine shop, Piazzola's fans had the opportunity to chat with him, about his arrangements and orchestrations. He had a very important influence in my life as a musician, very neat for music, with an excellent ear, I heard him play the piano, many people do not know Piazzola as a pianist. I had the privilege of playing with him works that he had arranged, versions of Bach's Sonatas for Violin solo, versions for bandoneon and violin. After I left Uruguay I saw him several times and I had good memories of him. My brother, who is not a musician, had a long friendship with him, at the time when Piazzola went to write or to fish in Punta del Este, especially he liked very much to go to see the sharks in José Ignacio.
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Tracks:
1 Cachita
2 If Only Had a Day
3 Bayamesas
4 How High the Moon
5 Ansina
6 Troubland Bolero
7 María Esther
8 Out of Nowhere
9 New York Cha Cha Cha
10 New York Suite
2017
٩(^ᴗ^)۶ ¡Infinitas gracias, Egroj!
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