Review
by Stephen Thomas Erlewine
Bass
on Top is another thoroughly engaging set of straight-ahead, mainstream
jazz from Paul Chambers. The bassist leads a quartet comprised of
guitarist Kenny Burrell, pianist Hank Jones, and drummer Art Taylor
through a selection of standards, including "Yesterdays," "You'd Be So
Nice to Come Home To," and "Dear Old Stockholm," as well as a handful of
contemporary jazz numbers and originals. There's a relaxed, friendly
atmosphere to the music, both in its tone and in the fact that Chambers
lets Jones and Burrell have some time in the spotlight. The result is a
warm, entertaining collection of mainstream jazz that nevertheless
rewards close listening.
https://www.allmusic.com/album/bass-on-top-mw0000191612
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Reseña
por Stephen Thomas Erlewine
Bass
on Top es otro atractivo conjunto de jazz directo y mainstream de Paul
Chambers. El bajista dirige un cuarteto compuesto por el guitarrista
Kenny Burrell, el pianista Hank Jones y el baterista Art Taylor a través
de una selección de estándares, incluyendo "Yesterdays", "You'd Be So
Nice to Come Home To" y "Dear Old Stockholm", así como un puñado de
números de jazz contemporáneo y originales. Hay un ambiente relajado y
amistoso en la música, tanto en su tono como en el hecho de que Chambers
deja que Jones y Burrell tengan algo de tiempo en el centro de
atención. El resultado es una colección cálida y entretenida de jazz
convencional que, sin embargo, merece una escucha atenta.
https://www.allmusic.com/album/bass-on-top-mw0000191612
1 - Yesterdays - 5:50
2 - You'd Be So Nice To Come Home To - 7:15
3 - Chasin' The Bird - 5:45
4 - Dear Old Stockholm - 6:40
5 - The Theme - 6:10
6 - Confessin' - 4:15
7 - Chamber Mates - 5:00
Credits:
Bass – Paul Chambers (3)
Design [Cover] – Harold Feinstein
Drums – Art Taylor
Guitar – Kenny Burrell
Liner Notes – Robert Levin (2)
Photography By [Cover Photo] – Francis Wolff
Piano – Hank Jones
Producer – Alfred Lion
Recorded By – Rudy Van Gelder
Reissue Producer [Produced For Release], Liner Notes – Michael Cuscuna
Recorded on July 14, 1957
Recorded At – Van Gelder Studio, Hackensack, New Jersey
Label: Blue Note – BLP 1569
Country: US
Released: Oct 1957
Genre: Jazz
https://www.discogs.com/release/2575964-Paul-Chambers-Quartet-Bass-On-Top
Paul Chambers vivió sólo 33 años. La vida en los clubs de jazz se cobró su tributo en distintas adiciones y el sistema público de salud estadounidense, o mejor dicho, la falta del mismo, hizo el resto. Una tuberculosis acabó con él en una época en donde en Europa hacía más de una década que no existía la tuberculosis.
ReplyDeleteEl antes y después de Chambers se produjo en 1959 con su intervención de “So What”. Hay una versión con partitura aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=YLTH36TBj2g
A destacar el tercer comentario que deshace el entuerto cometido por “The Real Book”, cuyas transcripciones conviene no seguir al pie de la letra, porque tienen tendencia marcada a cagarla.
Chambers era en aquellos momentos el bajista preferido por Davis y Trane, así que tuvo la plaza asegurada. Evans no tenía dudas sobre su competencia como intérprete, pero terminó siendo una figura de transición. En las manos de Chambers el bajo sigue sin tener el papel protagónico que cobra en las de Scott LaFaro (y que en realidad no vuelve a tener realmente hasta la irrupción de NHOP).
Cuando yo era un niño me regalaron un ajedrez y unos libros de Máximo Borrell de aperturas y sin querer tres años después era un pequeño campeón, particularmente en la defensa siciliana, mi especialidad. Mi memoria era muy buena y mataba gigantes en mi localidad. Después hice lo propio a nivel regional. Y comencé bien en los nacionales. Ganaba o empataba en la cumbre todos los campeonatos. Genial, ¿no? Sí, bastante. Hasta que un día apareció un hombre pequeñito, emigrante de la URSS, un tipo que no estaba entre los 100 mejores jugadores de ajedrez, ni tampoco entre los 500 primeros de su país. En la primera partida del match me dejó desarrollar la variante de los cuatro caballos, la que mejor yo conocía (me encantaba ir con las negras, “black power”), pero todo se descontroló. Aquel pequeño soviético me fue desplumando lentamente y lo peor: no supe cómo lo había hecho. Ante aquella eminencia gris yo jugaba como un mandril. Tras diez partidas, 9 derrotas y un empate, dije adiós al ajedrez. Te dirán que lo importante es participar (vaya gilipollez), que se aprende más de la derrota que de la victoria (será si te da por el masoquismo), pero el tema no es sólo que pierdas, sino cuando analizando tus movimientos te das cuenta de que todo condujo a la derrota y sigues sin saber porqué el match se convirtió en cuando Larry Holmes terminó de conocer a Mike Tyson.
Esa diferencia distingue a LaFaro y NHOP frente a Chambers. Ellos sitúan auténticamente al “bass on top”. Su irrupción eclipsó a la mayoría de los bajistas de la época. LaFaro falleció a los 25 años, pero dejó un hueco y un estilo al que se adaptaban los bajistas más jóvenes (y un puto amo como Charles Mingus). Chambers, que llevaba sólo un año a LaFaro, tenía el estilo interpretativo ya consolidado y no comprendía en dónde fallaba ni en qué se diferenciaba su sonoridad de la protagónica de LaFaro. Para Bill Evans la diferencia era obvia. Cuando escuchas la colaboración de NHOP con George Shearing, por ejemplo, cualquiera se da cuenta de la distancia entre una y otra convención.
Nadie se acordará de nosotros cuando hayamos muerto y, sin embargo, los que vemos menos que una picha vendada somos tan necesarios para completar el ciclo de difusión de la cultura en nuestra época como a su manera lo son dentro del ciclo de la vida los gusanos que descomponen los cadáveres, o el plancton de los océanos.
Chambers nunca supo que tren le atropello. Yo sigo sin saber cómo me ganó aquel pequeño soviético. Mira que le di de vueltas a aquella primera partida y oye, como si la viese con el ojo de atrás.
Interesante parábola entre tu anécdota y contrabajistas. Y así se suceden las cosas, cuando el juego se transforma en una competencia las derrotas son inaceptables.
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